Fuente: http://www.preparacionfisicapadel.com/2013/10/la-aparicion-de-la-fatiga-en-el-padel.html#more
En este artículo os mencionaré un proceso por el que tarde o temprano
hemos pasado o pasaremos todos/as que practicamos pádel. Este es la fatiga o sobreentrenamiento en el que es muy fácil saber si lo hemos tenido o no
o si nos encontramos con ello y es preguntándonos ¿he descansado lo
suficiente entre entrenamientos o partidos? ¿me he estancado en mi
juego?
La fatiga, en este caso deportiva, es aquella que nos impide mantener nuestro nivel óptimo de resultados y nos impide estar a nuestro rendimiento que esperamos. A veces es necesario "pasar" por ella para mejorar
nuestro rendimiento y que en nuestro organismo se produzca una
supercompensación o una adaptación a ese esfuerzo que se nos exige
nuestra práctica deportiva ya sea en un entrenamiento o en un partido de
liga o torneo.
El problema del sobreentrenamiento no se produce cuando lo
padecemos en situaciones específicas que se tienen controladas o se ha
generado a proposito sino en situaciones que se ha producido una
planificación errónea en cuanto al mal manejo de la fatiga la cual
provoca un estancamiento y/o fracaso deportivo. Un modo de observarlo es cuando no somos capaces de mantener una velocidad de juego constante y habitual que solemos mantener, no realizamos golpes con la misma fuerza y destreza como los realizábamos, calambres o no tenemos la misma resistencia durante un partido.
Si somos entrenadores o preparadores físicos debemos tener en cuenta de seis puntos importantísimos:
- La magnitud del estímulo.
- Grado de desequilibrio del estímulo.
- Cuanto dura dicho estímulo.
- Con que frecuencia se produce el estímulo.
- Cual es la capacidad de recuperación de nuestro jugador/a.
- Qué capacidad se tiene para incrementar el rendimiento de nuestros/as jugadoras.
Por lo tanto, SIEMPRE tener en cuenta estos aspectos ya que si nuestro/a deportista llega a la fatiga crónica provocaremos que se le provoque una alteración grave en la salud.
Por lo tanto como prevenciones para evitarla o combatirla deberemos:
- Descansar adecuadamente (entre 6 y 8 horas diarias).
- Mantener un hábito saludable en cuanto a las comidas.
- Recurrir a alguna técnica de relajación física o mental (meditación, masajes, etc.).
- Reducir el trabajo o, si lo vemos necesario, cesar el ejercicio.
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