Todos los golpes, por distintos que
sean, tienen una estructura similar en cuanto a las fases que se van
sucediendo durante su ejecución. Esta manera de “separar” un movimiento
en etapas es un modo de estudiarlo para quienes deben prestar atención a
la biomecánica, pero también es una buena idea para practicar cada
parte por separado o, al menos, para prestar atención a alguna
característica específica de cada golpe.
Aunque, si bien en nuestra cabeza
podemos identificar cada porción, ya metidos en la pista y ejercitando
nuestros golpes, la manera de corregir sólo una parte será hacer el
movimiento completo, pero enfocando la atención al segmento que falla o
que queremos mejorar.
Excepcionalmente, también en niveles
de iniciación, se podría practicar cada parte por separado, pero siempre
con el objetivo de integrar esos movimientos en uno solo, lo más fluido
posible.
¿Pero cuáles son esas partes? Cualquier
golpe, a excepción del saque, parte de una posición de espera, sigue
con una preparación, una acción de impacto y una terminación.
Todo esto se puede hacer más
complejo, subdividiendo alguna de las etapas, y además lo ideal sería
mencionar que se debe retomar la posición de espera (o de salida)
después de cada golpe. Pero en nuestro caso iremos a lo simple y, para
el objetivo de esta nota, nos centraremos en las terminaciones de los
golpes.
Tebien para seguir mejor
¿Por qué es importante la terminación si
se supone que viene después de que la pelota ha abandonado ya nuestra
pala -irminar mpacto-, y nada podremos hacer para que nuestro tiro sea mejor?
Porque una buena terminación será la consecuencia de una buena
preparación y un buen impacto. Si inmediatamente después del impacto
nuestra pala se quedara quieta, sería porque habríamos hecho algún
esfuerzo para hacerlo, lo cual conllevaría dos problemas:
1) hacer fuerza para algo innecesario –
frenar repentinamente la pala- es sinónimo de ineficiencia energética,
algo que también en deporte es un problema.
2) Cualquier movimiento brusco que se
oponga a la continuidad que adquiere el brazo y el propio cuerpo
atentarían contra nuestro balance. Esto tiene que ver con nuestros
movimientos y desplazamientos, que requieren un buen balance dinámico,
algo que puede notarse en aquellos que se mueven por la pista con
habilidad y soltura.
Entonces, la terminación es fundamental
para mejorar el uso de nuestra fuerza y potencia, para equilibrarnos a
lo largo de cada golpe y del juego en general, pero también para
controlar el resultado del tiro.
Un error en general en las terminaciones
Con cierta frecuencia se puede observar
que algunos padelistas no continúan el movimiento del brazo después
de que la pala impacta la pelota, o bien no lo hacen de manera natural,
ya sea porque extienden bruscamente el codo, porque rotan el brazo, o
porque le dan demasiada soltura a su muñeca. Y esto ocurre tanto en la
derecha como en el revés. Este inconveniente provoca, entre otras cosas,
una falta notable de control en los tiros, sobre todo en lo
que respecta al dominio de la dirección de nuestros golpes.
Para solucionarlo, aquí van algunos consejos:
1.- Una fila de pelotas
En ambos golpes (derecha y revés), en el
momento del impacto, es una buena idea imaginar que en lugar de una
pelota, golpearemos de manera sucesiva unas cuantas que nos han puesto
en línea. De este modo promoveremos que nuestro movimiento sea más
continuo, menos brusco y con la muñeca más firme.
2.- Volviendo al inicio
En el golpe de derecha, otra buena
costumbre es que la terminación del golpe con el brazo extendido nos
lleve a una posición muy similar a la de la posición de espera,
recibiendo la pala con la mano libre. De este modo logramos que nuestro
golpe siga un patrón que se repetirá en la mayoría de las situaciones
(habrá excepciones). Y además, ganaremos tiempo porque al finalizar un
golpe ya estaremos preparados para el siguiente. Por ejemplo, es una
buena práctica intentar esta terminación en el peloteo inicial de un
partido, en el cual la velocidad es adecuada para entrenarlo. Practicar
esta manera de terminar la derecha además ayudará a corregir otro error
muy común en los “liftadores”, que es el de cerrar o girar hacia abajo
la cara de la pala que acaba de golpear la pelota.
3.- Abriendo las alas
A diferencia de la derecha, en el revés
normal a una mano no podemos terminar en la posición de espera porque la
mecánica del movimiento es distinta. Mientras en la derecha se requiere
una rotación de la cadera y el torso durante el golpe, en el revés ese
giro se reemplaza por un acompañamiento del cuerpo. Y para esto es muy
importante la terminación del golpe, que en este caso debería ser todo
lo amplia que se pueda y con ambos brazos, sólo que uno hacia adelante y
otro hacia atrás. Un error común es mover sólo el brazo que lleva la
pala, y dejar el otro pegado al cuerpo, lo que complica el equilibrio,
además de disminuir el control general del golpe. Por eso debemos
imaginar que hacia el final del golpe debemos “abrir nuestras alas”.
Para finalizar con las terminaciones
Como observación final para este tema de
las terminaciones hay que tener en cuenta que, a medida que la
velocidad del juego aumente, probablemente no todos los golpes contarán
con el tiempo suficiente para las terminaciones amplias que se mencionan
en esta nota. Sin embargo, siempre será mejor dominarlas a baja
velocidad, e ir reduciendo su amplitud en función de las necesidades
particulares del juego.
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