Posiblemente estamos ante la lesión más conocida dentro del mundo del pádel.
Todos conocemos a alguien que la sufre actualmente o la ha padecido en
el pasado, con miedo a una posible recaída. ¿En qué consiste
específicamente el codo de tenista? ¿Cómo se recupera? ¿Se puede
prevenir? ¿Cuáles son los causantes de esta lesión? A todas estas
preguntas trataremos de encontrar una respuesta en las siguientes
líneas.
El codo de tenista, también llamado epicondilitis, es la
inflamación de los tendones epicondíleos, que son los que unen la
musculatura del antebrazo y de la mano con el epicóndilo en la cara
lateral externa del codo, siendo esta musculatura la encargada de
controlar los principales movimientos de la mano.
Cuando se usan estos músculos una y otra vez, se presentan pequeñas microlesiones en el tendón.
Con el tiempo esto lleva a que se presente irritación y dolor en la
zona señalada anteriormente. Cualquier actividad que involucre la
torsión repetitiva de la muñeca puede llevar a esta lesión. Existe
profesiones, que debido a la repetición de un gesto en concreto, son más
propensas a padecer la epicondilitis; pintores, mecánicos, obreros o
personas que están durante horas delante del ordenador manejando el
ratón. En el caso del pádel, esta lesión es producida por una mala
técnica en el golpe de revés.
De forma general, en toda epicondilitis puede notarse dolor al sujetar objetos
o agarrar objetos, falta de fuerza en el antebrazo, dolor a la presión
en el codo en los puntos de inserción de los tendones e impotencia
funcional a la hora de apretar la mano a otra persona. Generalmente,
estos dolores cesan durante la noche.
A la hora de tratar esta lesión hay que empezar por aplicar hielo después de realizar los estiramientos
tras el entrenamiento o partido. El hielo se debe aplicar sobre la zona
dolorida durante 15-20 minutos, para reducir la inflamación y aliviar
el dolor. También se puede dar un pequeño masaje con la propia bolsa de
hielo.
Así mismo, los antiflamatorios no esteroideos pueden reducir el dolor y la inflamación. Hay muchos tipos que se pueden adquirir sin receta médica. Si el dolor continua se debe descansar y parar por un tiempo la actividad física que ha provocado la epicondilitis, así como acudir a un fisioterapeuta para que con ultrasonidos, vendajes y otras técnicas intente eliminar la lesión.
Como hemos visto anteriormente uno de los causantes de esta lesión es una mala ejecución en el golpe de revés.
Cuando realizamos este golpe debemos asegurarnos que el codo se
encuentra en extensión, ya que si golpeamos la bola cuando el codo se
encuentra flexionado, se producirá una sobrecarga de la musculatura
externa o epicondílea del codo que nos llevará de forma inexorable a la
epicondilitis.
Otro aspecto a tener muy en cuenta es el peso de la pala. Si el peso es menor el antebrazo y el codo absorben la energía procedente de la pala, energía que debería ser absorbida por una pala con la masa suficiente.
Otro aspecto a tener muy en cuenta es el peso de la pala. Si el peso es menor el antebrazo y el codo absorben la energía procedente de la pala, energía que debería ser absorbida por una pala con la masa suficiente.
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