Una cosa es pasar la pelota a la otra
parte del campo, porque sí y otra muy distinta jugar a pádel con
criterio, no sólo pensando qué vamos a hacer, sino en qué momento y con
qué finalidad.
El pádel, es un deporte que no tiene
fin, es infinito y esto lo hace más atractivo en sí mismo, porque te
reta en cada entrenamiento, en cada partido a progresar, a avanzar, a
subir tu nivel. Muchas veces, la gente en ligas o campeonatos, me
comenta que ya no progresa, que está estancada. Es aquí, en este punto
donde uno tiene que reflexionar sobre qué está haciendo mal, para dar
solución al problema de forma inmediata. ¿Te preguntas cómo? pues bien,
aquí dejo algunas anotaciones de cómo encontrar el camino para salir del
pozo:
¿Estás dando clases?
SI. ¿Le has trasladado al monitor tus sensaciones y qué hacer para
mejorar éstas? Es éste tu monitor, quien tiene que darte esa motivación
extra, esa tranquilidad y las pautas a seguir para avanzar, acompañado
de un trabajo técnico, táctico y estratégico.
NO. Sin el monitor adecuado y sin un
plan de trabajo, acabarás como un barco a la deriva. Si crees que con el
nivel que tienes ya no necesitas clases, te equivocas, cuanto mayor
nivel tengas, mayor intensidad de entrenamiento necesitarás, si quieres
seguir progresando debes seguir entrenando, márcate pequeñas metas a
corto plazo y trabaja en ello. Ejemplo: Si tu bandeja no es
suficientemente buena o tú bajada de pared no te da garantías cuando
llega el momento de sacarla en pista, centra en ello tus entrenamientos.
Varía tu repertorio de golpes, los jugadores previsibles nunca suben de
nivel, sin riesgo no hay progresión. Fíjate objetivos reales en función
de tu nivel técnico, edad y condición física. Engañarte o esforzarte en
demasía no tiene ningún sentido.
Importante:
El mismo entrenamiento no vale para todos los alumnos, el monitor es el
sastre y quien tiene que hacer el traje a medida para cada alumno en
función de sus características físico-técnicas.
Por último y no menos importante,
disfruta de cada partida, no te dejes nada en el tintero, olvídate de
asegurar la bola, atácala cuando tengas que hacerlo y varía velocidades,
ángulos y efectos.
Y recuerda, para llegar a buen puerto
con todas estas recomendaciones, uno tiene que evitar lesiones y en las
instalaciones, muy poca gente calienta antes de empezar y estira una vez
termina. Evitemos lesiones innecesarias y parones que detengan nuestro
ascenso a la cima. Mucho ánimo que con humildad y trabajo harás de la
progresión tu mejor compañero de viaje.
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